Pecar contra tu boca, hasta matarme la locura...

sábado, 30 de julio de 2011

****De estrellas en el cielo que no brillan****


Miro hacia arriba y reflexiono sobre si de verdad los que faltan están ahí mirándonos. El sol calienta y es agradable ver pasar nubes de nata. Una ligera brisa agita la hierba algo alta mientras todo huele a tranquilidad, a no es el día de pensar en cosas banales como la vida real. Cierro los ojos sintiendo como el sol calienta mis párpados, y alargo una mano para encontrar la tuya a mi lado. Entrelazamos los dedos y creo que es el momento más feliz de mi vida. Así, sin nada más.


Solo escuchando a nuestros corazones latir a la par.

jueves, 14 de julio de 2011

****Hoy voy al grano, te voy a meter mano****


Me mira desde la esquina de la discoteca, la que linda con la puerta de salida, o entrada, depende de la dirección. Yo le devuevo una caída de párpados. Un juego que me sé, al que siempre que empiezo la partida tengo una ligera idea de cómo y cuándo va a terminar. Se acerca, intercambiamos un par de palabras, y yo me invento un nombre, porque si quieres ganar en esto debes guardarte las espaldas. Él me dice lo guapa que me encuentra sin hacerse ni una ligera idea de que no hace falta tanta tontería, que sé lo que quiere, y yo también.

Me lleva a su apartamento y subimos las escaleras encendiendo la mecha. Noto sus dedos serpenteando por mis muslos hacia arriba. Escalofríos recorren mi espina dorsal. Entramos a ciegas mientras un reguero de ropa da pistas de hacia dónde nos dirigimos. Hacemos una parada en el salón, y mientras me sienta en la mesa del comedor sus manos se pierden dentro de mi falda. Yo ahogo un gemido en su hombro. Rodeo su cintura con mis piernas y a medio vestir me lleva a su habitación.

Me doy cuenta de que me deja en la cama. Se baja los pantalones agitando las piernas y los saca con los pies, mientras yo me deshago de la poca ropa que me queda.

Después de un par de horas busco mis cosas mientras duerme. Salgo por la puerta y llamo a un taxi. Mi sonrisa es permanente en la cara.

Me encanta jugar a no ser yo...

lunes, 11 de julio de 2011

Proyecto de adictos a la escritura Julio


El humo de las velas ya consumidas se elevaba por encima de mis ojos. Después de haber pedido el deseo que nunca se cumple miraba atenta a la tarta, ajena a las felicitaciones y haciendo un rápido repaso de mi corta vida. Como aquella vez en la que le hice una poesía a una flor con mi mitad. O aquella otra en la que me besaron por primera vez en un pasillo abarrotado.

Ha pasado tanto tiempo desde que he nací, pero es tan poco lo que he vivido, que observando el cartel de chocolate en el que pone felicidades se me pasó por la cabeza miles de cosas, y por el corazón miles de sentimientos agrupados en un solo latir.

Siendo como era todo ahora, lo más fácil sería perderse, pero cómo hacerlo si ya no quedan sitios para naufragar, como dice la canción, si no hay más que selvas de cemento. Quizá lo más difícil de todo sería quedarse y afrontar algo que en el fondo me dejará vacía, pero no tendré que hacer el esfuerzo de tener que cambiar

Así que a veces cuando me preguntan si yo veo el vaso medio lleno, contesto que depende de la sed que tenga porque la variedad de grises es tan extensa que pasar del negro al blanco se convierte en un agradable paseo. Mientras tanto mi cabeza sigue dándole vueltas a este día. Otro más, u otro menos, depende del agua que haya en el vaso.

¡Qué complicada era la vida! Pero aun así, qué sencilla resultaba cuando te centrabas en un beso, una sonrisa o una palabra amable. Demasiado bonita, demasiado cruel. Exactamente como ese cumpleaños. Como esas velas consumiéndose.


*************************************************************************************

Felicidades a Adictos a la escritura, y a todos lo adictos. Para que sean por lo menos 100 años más.